jueves, 19 de agosto de 2010

Tu eres especial

Dondequiera que te encuentres

y quien quiera que seas;

quiero que estés seguro

que tú eres un ser sumamente especial.



Llevas contigo muchas cosas que quizás desconoces que posees,

porque no te detienes en tu cotidiano afán a buscar dentro de ti mismo,

lo bueno que puedas brindar.



Otros no tienen lo especial que hay en ti,

porque solamente a ti se te ha dado para que lo compartas debidamente.



Desde el instante en que se te ha permitido la vida,

has pasado a formar parte del inmenso rompecabezas

que juntos debemos armar

y en donde nadie está de más ni de menos.



No hay un ser que lleva la vida en vano,

todos tenemos una misión especial

y a cada cual le corresponde descubrirla

y llevarla a cabo de la mejor manera.



Tú que lees estas líneas

no lo dudes,

eres indispensable y especial.

martes, 17 de agosto de 2010

Un cuento lleno de ventajas

Quiero escribirte un cuento lleno de ventajas: La primera ventaja es que cuando el cuento llega al final, no se acaba, sino que se cae por un agujero "gruuuuuuuuuu" y el cuento reaparece en mitad del cuento. Esta es la segunda ventaja, y la más grande: que desde aquí se puede cambiar el rumbo, si tú me dejas, si me das tiempo...



¿Sabías que esta es la isla donde la luna está más baja? Pues si. Y eso sólo lo sabemos unos poquitos en el mundo. Pero también es la isla del buen tiempo, y la isla de los deseos. Si te falta algo, las rocas del fondo del mar te lo hacen y cuando lo tengan acabado te lo regalan. Solo hay que tener cuidado con una cosa: los agujeros del suelo. Aunque no importa mucho, porque también es la isla donde nadie se muere. Por ejemplo, si te caes, luego puedes elegir la vida que quieras, o ser el pez que más te guste.




domingo, 15 de agosto de 2010

El cielo y el infierno


Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por un sendero. Al pasar cerca de un árbol gigantesco, cayó un rayo, y los tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había dejado este mundo, y siguió caminando con sus dos animales (a veces a los muertos les lleva un tiempo ser conscientes de su nueva condición…)
La caminata se hacía muy larga, colina arriba, el sol era de justicia, y todos terminaron sudados y sedientos. Necesitaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron una puerta magnífica, toda de mármol, que conducía a una plaza adoquinada con bloques de oro, en cuyo centro había una fuente de donde manaba un agua cristalina.
El caminante se dirigió al hombre que guardaba la entrada:
- Buenos días. ¿Qué lugar es éste, tan bonito?
- Esto es el cielo.
- Pues qué bien que hemos llegado al cielo, porque nos estamos muriendo de sed.
- Usted puede entrar y beber toda el agua que quiera.
- Mi caballo y mi perro también tienen sed.
- Lo siento mucho, pero aquí no se permite la entrada de animales.
Al hombre aquello le disgustó mucho, porque su sed era grande, pero no estaba dispuesto a beber él solo; dio las gracias y siguió adelante. Tras mucho caminar, ya exhaustos, llegaron a una finca que tenía por entrada una vieja portezuela que conducía a un camino de tierra, bordeado por árboles en sus dos orillas.
A la sombra de uno de los árboles, había un hombre tumbado, con la cabeza cubierta con un sombrero, posiblemente durmiendo.
-Buenos días – dijo el caminante.-Tenemos mucha sed, mi perro, mi caballo y yo.
-Hay una fuente en aquellas piedras – dijo el hombre señalando el lugar -. Pueden beber cuanto les plazca.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y mataron su sed. A continuación, regresó para dar las gracias.
-A propósito, ¿cómo se llama este lugar?
-Cielo.
-¿Cielo? ¡Pero si el guarda de la puerta de mármol dijo que el cielo era allá!
-Eso no es el cielo, es el infierno.
El caminante se quedó perplejo.
-¡Pero ustedes deberían evitar eso! ¡Esa falsa información debe causar grandes trastornos!
El hombre sonrió:
-De ninguna manera. En realidad, ellos nos hacen un gran favor. Porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a los mejores amigos…

en “El demonio y la Srta. Prym”